lunes, febrero 16, 2009

Definiendo el Supersesionismo

Definiendo El Supersesionismo

Por Michael J. Vlach, Ph.D.

Tomado de www.theologicalstudies.org

Esta sección intentaremos una definición precisa del supersesionismo. Diversos títulos han sido usados para identificar la perspectiva de que la iglesia ha sustituido definitivamente a Israel en el plan de Dios. Como Marten H. Woudstra observa: “la cuestión de que si es más correcto hablar de una sustitución de los judíos por la iglesia cristiana o de una extensión (continuación) del pueblo de Dios del Antiguo Testamento en la iglesia del NT es diversamente respondida”.[i] La designación más común utilizada en los últimos documentos académicos para identificar esta posición es “supersesionismo”. Comentando sobre este término, Clark M. Williamson escribe: “el ‘Supersessionism’ viene de dos palabras latinas: Super (adelante o en) y sedere (sentarse), como cuando una persona están sentada en la silla de otro, desplazando a este último”.[ii] Además, el título “teología del reemplazo” es a menudo visto como un sinónimo para “supersessionism”.[iii]

Varios teólogos han ofrecido definiciones de “teología de supersesionismo” o del “reemplazo”. Según Walter C. Kaiser: “la teología del Reemplazo. . . declara que la Iglesia, la semilla espiritual de Abraham, había reemplazado al Israel nacional en lo referente a que había trascendido y cumplido con los términos del pacto dado a Israel, pacto que Israel había perdido por la desobediencia”.[iv] Ronald E. Diprose define la teología del reemplazo como la perspectiva de que “la Iglesia completamente y permanentemente ha reemplazado al Israel étnico en el funcionamiento del plan de Dios y como el destinatario de las promesas del Antiguo Testamento a Israel”.[v] R. Kendall Soulen sostiene la opinión de que el supersesionismo esta relacionado con como algunos ven la venida de Jesucristo: “Según esta enseñanza [supersesionismo], Dios escogió al pueblo judío después de la caída de Adán para preparar el mundo para la venida de Jesucristo, el Salvador. Después de que Cristo vino, sin embargo, el papel especial del pueblo judío se acabó y su lugar fue tomado por la iglesia, el nuevo Israel”.[vi] Herman Ridderbos afirma que hay un elemento positivo y negativo para la perspectiva del supersesionista: “Por un lado, en un sentido positivo presupone de que surge de la iglesia, nace de Israel; por otra parte, la iglesia toma el lugar de Israel como el pueblo histórico de Dios”.[vii]

Estas definiciones de Káiser, Diprose, Soulen, y Ridderbos parecen consistentes con las declaraciones de aquellos que explícitamente declaran que la iglesia es el reemplazo de Israel. Bruce K. Waltke, por ejemplo, declara que el Nuevo Testamento enseña el “hecho difícil de que el Israel nacional y su ley han sido permanentemente reemplazados por la iglesia y el Nuevo Pacto”.[viii] Según Hans K. LaRondelle, el Nuevo Testamento afirma que “Israel ya no sería el pueblo de Dios y sería reemplazado por un pueblo que aceptarían al Mesías y Su mensaje del reino de Dios”.[ix] LaRondelle cree que este “pueblo” es la iglesia que reemplaza “la nación que desecha Cristo”.[x] Loraine Boettner, también, escribe: “puede parecer rudo decir que ‘Dios ha terminado con los judíos.’ Pero la realidad es que El a terminado con ellos como un grupo nacional unificado teniendo que ver más con la evangelización de mundo. Esa misión ha sido tomada de ellos y ha sido dada a la iglesia cristiana (Mat. 21:43)”.[xi]

Al comparar las definiciones de Káiser, Diprose, Soulen, y Ridderbos con las declaraciones de aquellos que abiertamente promueven una perspectiva del reemplazo, parece que el supersesionismo se basa en dos creencias principales: (1) el Israel nacional en cierta forma ha completado o ha perdido el derecho a su estatus como el pueblo de Dios y nunca más poseerá un papel único o funcionará aparte de la iglesia; y (2) la iglesia es ahora el Israel verdadero que permanentemente ha reemplazado o ha reemplazado al Israel nacional como el pueblo de Dios. El Supersesionismo, entonces, en el contexto de Israel y la iglesia, es la perspectiva de que la iglesia del Nuevo Testamento es el nuevo Israel que para siempre ha reemplazado al Israel nacional como el pueblo de Dios. El resultado es que la iglesia se ha convertido en la heredera exclusiva de las bendiciones del pacto de Dios originalmente prometidas al Israel nacional en el Antiguo Testamento. Esto descarta cualquier restauración futura del Israel nacional.

******

[i] Marten H. Woudstra, “Israel and the Church,” in Continuity and Discontinuity: Perspectives on the Relationship Between the Testaments, ed. John S. Feinberg (Wheaton, IL: Crossway, 1987), 237. Woudstra cree que los términos: “reemplazo,” y “continuación” son tanto aceptables como consistentes con la enseñanza bíblica. Vea también G. B. Caird, New Testament Theology (Oxford: Clarendon, 1994), 55.

[ii] Clark M. Williamson, A Guest in the House of Israel: Post-Holocaust Church Theology (Louisville, KY: Westminster/John Knox, 1993), 268, n. 9.

[iii] Diprose ve los títulos “teología del reemplazo” y “supersesionismo” como sinónimos. El también nota que el título “teología del reemplazo” es “relativamente un término nuevo en la teología cristiana.” Ronald E. Diprose, Israel in the Development of Christian Thought (Rome: Istituto Biblico Evangelico Italiano, 2000), 31, n. 2. En esta obra presente , utlizaremos los títulos “supersesionismo” y  “teología del reemplazo” como sinónimos. Reconocemos, sin embargo, que estas designaciones pueden no ser totalmente satisfactorias para aquellos que ven a la iglesia más que como una continuación ó cumplimiento del Israel nacional. Vea a Herman Ridderbos, Paul: An Outline of His Theology, trans. John Richard De Witt. (Grand Rapids: Eerdmans, 1975), 333–34; Millard J. Erickson, Christian Theology, 2d. ed. (Grand Rapids: Baker, 1999), 1058–59.

[iv] Walter C. Kaiser, Jr., “An Assessment of ‘Replacement Theology’: The Relationship Between the Israel of the Abrahamic–Davidic Covenant and the Christian Church,” Mishkan 21 (1994): 9.

[v] Diprose, Israel in the Development of Christian Thought, 2.

[vi] R. Kendall Soulen, The God of Israel and Christian Theology, (Minneapolis: Fortress, 1996), 1–2.

[vii] Herman Ridderbos,  Paul: An Outline of His Theology, trans. John Richard de Witt. (Grand Rapids: Eerdmans, 1975), Paul, 333–34.

[viii] Bruce K. Waltke, “Kingdom Promises as Spiritual,” en Continuity and Discontinuity, 274. El también declara: “La nación judía ya no tiene mas lugar como pueblo especial de Dios; ese lugar ha sido tomado por la comunidad cristiana la cual cumple con el propósito de Dios para Israel” (275). Enfasis del original.

[ix] Hans K. LaRondelle, The Israel of God in Prophecy, Principles of Prophetic Interpretation (Berrien Springs, MI: Andrews University Press, 1983), 101. Emphasis in original.

[x] Ibid.

[xi] Loraine Boettner, The Millennium (Philadelphia: Presbyterian & Reformed, 1957), 89–90. De acuerdo a Bright, “El Nuevo Testamento triunfalmente celebra a la iglesia como Israel. . . el verdadero heredero de la esperanza de lsrael.” John Bright, The Kingdom of God (Nashville: Abingdon, 1953), 226.

No hay comentarios: