lunes, abril 13, 2009

La Vida Cristiana Llena de Gozo

La Vida Cristiana Llena de Gozo

Domingo, Abril 5, 2009

(Por John MacArthur)

A todas las personas les gusta ser felices – ser llenos de júbilo, sentirse bien, y estar en la cima de todo. No hay nada malo con eso. Dios quiere personas felices, entusiasmadas, felices, y animadas. El problema consiste en cómo se genera la felicidad. Algunas personas piensan que encontrarán eso en una botella de licor o en un narcótico. Pero ninguno de ellas es la fuente cristiana de gozo.

Efesios 5:18 dice: “no os embraguéis con vino en lo cual hay disolución”. Pablo no intenta probar que la embriaguez es incompatible con el cristianismo, él simplemente da un mandato. Una vez que una persona se convierte en cristiano, se despide de la vida que una vez vivió de libertinaje de borrachos – la vida de fiesta no tiene lugar en la vida de un creyente.

Ahora, sé lo que usted piensa: “John, ¿usted va a darme un sermón sobre los males del alcohol? ¡Eso es predicar a varias voces!” ¿Es así? Un estudio que encontré dijo que casi 14 millones de estadounidenses el año pasado estaban clasificados como alcohólicos o abusadores del alcohol – eso es aproximadamente 1 de cada 13 adultos. Millones más regularmente se involucran en parrandas beben o abusan del alcohol y mas del 50 por ciento de lo estadounidenses informan que uno o más de sus parientes cercanos tienen un problema con la bebida. Con figuras como esas, ¿cree usted que algunas de esas personas ahora podrían asistir a su iglesia? ¿Es usted alguna de esas personas?

No le sermonearé sobre los peligros del alcohol – usted es indudablemente y dolorosamente consciente del problema. La ebriedad causa violencia, accidentes, abuso, y deudas, y pagamos millones de dólares en dinero de impuestos para limpiar las ruinas. La falta de sobriedad demanda una cuota tremenda en nuestra sociedad, tanto directamente como indirectamente.

El Espíritu y la Botella

Así que si los cristianos no deben emborracharse con vino, ¿dónde encuentran alegría y felicidad? La respuesta está en la segunda parte de Efesios 5:18: “no os embraguéis con vino en lo cual hay disolución, antes bien sed llenos del Espíritu” (énfasis añadido). Sus emociones, su euforia, y su felicidad deberían ser el resultado de ser lleno del Espíritu Santo, no de ser lleno de vino.

Usted podría escandalizarse por el lenguaje de ese versículo. Suena como si Pablo dijera que deberíamos emborracharnos con el Espíritu Santo. De hecho, los observadores del comportamiento exuberante de los apóstoles en Pentecostés equivocadamente concluyeron que habían estado zambulléndose en los odres muy temprano en la mañana (vea Hechos 2:1-4, 13-18). Pero aquí está la idea: Ser lleno con el Espíritu da como resultado en un comportamiento marcado por gozo, audacia, y una falta de cohibición. Aun una persona apacible puede volverse atrevida y sin miedo al vivir bajo la influencia del Espíritu Santo.

Eso suena como cuando una persona se emborracha, ¿no es así? Pero Pablo realmente hace un contraste, no una comparación, entre el vino y el Espíritu Santo. El vino controla a una persona completamente y produce maldad en su corazón y vida. El Espíritu Santo también controla completamente, pero El le capacita en la verdadera justicia. La influencia del Espíritu provee un combustible divino para una vida diferente, libre, desinhibida vivida para la gloria de Dios.

Sed Lleno

Usted notará que Efesios 5:18 tiene un mandamiento positivo: “Sed lleno del Espíritu”. ¿Qué quiere decir eso? Primero, déjeme decirle lo que no quiere decir eso. Llenarse del Espíritu no tiene la intención de ser habitados, ó ser bautizados en, ó ser sellados por el Espíritu Santo.

Pablo nunca dice, “sed habitados por el Espíritu”. Si usted es un cristiano, el Espíritu ya vive en usted (1 Cor. 6:19).
Pablo nunca dice: “sed bautizados en el Espíritu”. Si usted es un cristiano, usted fue bautizado en El en su conversión (1 Cor. 12:13).

Pablo nunca dice: “sed sellado con el Espíritu”. Si usted es un cristiano, usted ya ha sido sellado con el Espíritu (Efes. 1:13).

Todos los tres acontecimientos ocurrieron al momento en que usted fue salvado.

En lugar de eso, el mandato de Pablo tiene a la vista nuestra santificación. Aunque suena un poco raro en inglés, el verbo griego significa “sed continuamente lleno” o “sed mantenidos llenos”. Él realmente dice: “dejen continuamente al Espíritu de Dios – quién está ya está en usted – que los controle. No es una segunda obra de gracia, una antigua experiencia, o un paso a un nivel más alto. Es la experiencia continua, en el curso de la vida cristiana.

Ríndase y Sométase

Llenarse del Espíritu Santo quiere decir que usted continuamente rinde su voluntad, mente, cuerpo, tiempo, talentos, y tesoros – cada área de su vida – a Su control. El contexto muestra que cada área de su vida será afectada cuando usted sea lleno del Espíritu. Note cómo la persona llena de Espíritu se somete a los demás (5:21–6:9). La esposa llena del Espíritu se somete a su marido. El marido lleno del Espíritu ama a su esposa. Los niños llenos del Espíritu obedecen a sus padres. Un padre lleno del Espíritu no provoca a sus niños a ira. Un empleado lleno del Espíritu trabaja diligentemente para su patrón. Un patrón lleno del Espíritu es justo con sus empleados. Todas esas son manifestaciones de la vida llena del Espíritu.

“Entonces,” usted pregunta, “es esto una forma de ‘deje y permita a Dios’? Difícilmente. Mire a Colosenses 3:16 para la respuesta a la pregunta: “¿Cómo me rindo?” Dice, “la palabra de Cristo more en abundancia en vosotros”. El efecto de la Palabra de Cristo morando en usted es un paralelo exacto a lo que ocurre cuando usted se llena del Espíritu (vea a vv. 16-23). Todo esta allí – el canto, la sumisión, el amor, la obediencia, la crianza de los hijos apacible, la diligencia, y la justicia. Por consiguiente, llenarse del Espíritu es una cosa exactamente igual a dejar que la Palabra de Cristo more en usted en abundancia. Al estudiar la Palabra de Dios, al morar en usted abundantemente, sus pensamientos se vuelven saturados de Cristo. Usted se vuelve puesto en Cristo-céntrico, consciente de Cristo todo el tiempo – eso es lo que es ser lleno del Espíritu.

El Ajuste de Actitud

Ya hemos considerado el comportamiento de una persona llena del Espíritu, pero ¿donde está el gozo que mencioné al principio? Escondido en entre el mandamiento y el cambio en el comportamiento está un comentario de suma importancia sobre las actitudes de un cristiano lleno del Espíritu. Efesios 5:19-20 dice: “hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; 20dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.” En esos dos versículos, Pablo tiene en mente el fruto de dos actitudes que demuestran la vitalidad de la vida cristiana – el gozo y la gratitud.

El gozo y la gratitud le caracterizarán cuando usted esté bajo el control del Espíritu Santo. Ya sea un gozo público o privado, interno o externo, inducida por el Espíritu producirá cantos que vienen del corazón. ¿A quién canta usted? Usted canta “entre vosotros” y “al Señor”. Recuerde eso la próxima vez que usted cante en la iglesia. Sus canciones no deberían ser una función – ni son un entretenimiento. Más bien, deberían ser el testimonio sincero de su gozo en el Señor. Cuando usted expresa su gozo en el Espíritu Santo a través de los cantos, usted trae placer al Señor mismo.

Mano a mano con el gozo está la acción de gracias (cf. 1 Tes. 5:16-18). Si la ingratitud envenena y hace más oscura el alma, la gratitud la apacigua e inunda de luz. El Día de Acción de Gracias es más que el acto de dar gracias o enviar una nota de agradecimiento – es una actitud del corazón. Sin la actitud, el acto es mera hipocresía.

El gozo producido en el Espíritu y la gratitud son indomables. Cuando Jesús dijo: “vuestra tristeza se convertirá en gozo,” él usó el ejemplo de una mujer dando a luz a un niño. Aunque el dolor del parto es agonizante, cuando el niño nace, el gozo es incomparable y constante – nada lo puede ahuyentar. Ese es el tipo de cambio que el Espíritu Santo produce en todo el mundo que vive bajo Su control.

La vida llena del Espíritu desborda de gratitud, gozo, relaciones correctas, y buen comportamiento – realmente un contraste para aquellas personas esclavizadas por el alcohol. Usted puede que este buscando el gozo en las drogas o en el alcohol, pero ¿esta buscando ser lleno del Espíritu? Sus recursos están inmediatamente disponibles y El quiere producir vida nueva en usted. ¿Qué está usted esperando?

Tomado de Shepherds Fellowship Pulpit

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