lunes, abril 27, 2009

Pastorear el Rebaño

rPastorear el Rebaño

Lunes, Abril 27, 2009
Tomado de Shepherds´ Fellowship Pulpit Magazine

(Por John MacArthur)

¿Cuál es la responsabilidad del pastor además de predicar y estudiar?

La respuesta a su pregunta yace en el título que usted utilizó — pastor. Título que es rico en significado y establece las responsabilidades principales de un ministro de Dios.

Uno de las metáforas favoritas de Jesús para el liderazgo espiritual y que El a menudo usó para describirse a Sí Mismo, fue la de un pastor — una persona que sirve al rebaño del Señor. Un pastor guía, alimenta, cuida, consuela, corrige, y protege — las responsabilidades que pertenecen a cada líder de la iglesia. De hecho, la palabra pastor quiere decir apacentar.

Pedro escribió estas palabras a los ancianos que habrían estado familiarizados con ovejas y el pastorear:

Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que será revelada: Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey. Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria.” (1 Pedro 5:1-4)

Para darle un cuadro más completo de su papel de pastor, aquí vemos la naturaleza de las ovejas, la tarea de los pastores, y cómo comparan al papel del pastor de la iglesia. Note los principios de liderazgo de la iglesia que contiene — que determinan lo que debería llenar el horario de un pastor.

Los Pastores Son Rescatadores

Una oveja puede estar muy confundida dentro de algunas millas de su casa. Sin sentido de orientación y ningún instinto para encontrar el redil, una oveja perdida usualmente andará en un estado de confusión, desasosiego, e incluso pánico. Necesita a un pastor para llevarla a casa.

Y así es que cuando Jesús vio las masas, perdidas, espiritualmente desorientadas, y confundidas, El las comparó a ovejas sin pastor (Mateo 9:36). El profeta Isaías describió a las personas a aquellas que, como ovejas, se ha extraviado — cada una tomó su propio camino (Isaías 53:6).

Como ovejas perdidas, las personas perdidas necesitan a un rescatador — un pastor — para dirigirlas a la seguridad del redil. Un pastor hace esto al señalar a los perdidos hacia Jesús, el Buen Pastor su vida da por las ovejas (Juan 10:11).

Los Pastores Son Alimentadores

Las ovejas pasan la mayor parte de sus vidas comiendo y bebiendo, pero son indiscriminadas acerca de su dieta. No saben la diferencia entre plantas venenosas y no venenosas. Por eso es que el pastor cuidadosamente debe proteger su dieta y les debe proveer de pastura rica en nutrientes.

En Su encuentro con él descrito en Juan 21, Jesús dejó asentado a Pedro la importancia de alimentar a las ovejas. Dos veces en Su mandamiento a Pedro, Jesús utilizó el término griego bosko, el cual quiere decir “que alimenta” (vv. 15, 17).

La meta del pastor no es complacer a las ovejas, sino alimentarlas — no dar comezón de oídos, sino alimentar sus almas. Él no debe ofrecer bocadillos meramente ligeros de leche espiritual, sino la carne sólida de verdad bíblica. Aquellos que se les olvida alimentar al rebaño no son aptos para ser pastores (cf. Jeremías 23:1–4; Ezequiel 34:2–10).

Los Pastores Son Líderes

Pedro desafió a sus ancianos compañeros a “apacentad la grey de Dios que está entre vosotros cuidando de ella” (1 Pedro 5:2). Dios les confió la autoridad y la responsabilidad de guiar a la grey. Los pastores son responsables de cómo guían, y de la grey en la manera en como los siguen (Hebreos 13:17).

Además de la enseñanza, el pastor ejercita supervisión sobre la grey mediante el ejemplo de su vida. Ser un pastor requiere mezclarse entre las ovejas. No es lo mismo el liderazgo desde arriba que el liderazgo interno. Un pastor efectivo no vigila a sus ovejas desde atrás sino desde el frente. Lo ven e imitan sus acciones.

El activo más importante del liderazgo espiritual es el poder de una vida ejemplar. Primera Timoteo 4:16 instruye a un líder de la iglesia a: “en cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren.”

Los Pastores Son Protectores

Las ovejas están casi totalmente indefensas — no pueden patear, rascarse, morder, saltar, o correr. Cuando son atacadas por un depredador, se amontonan en vez de escaparse. Eso las hace presa fácil. Las ovejas necesitan de un pastor protector para sobrevivir.

Los cristianos necesitan una protección similar del error y de aquellos que las esparcen. Los pastores protegen a sus ovejas espirituales de ir por mal camino y las defienden en contra de los lobos salvajes que las devastarían. Pablo advirtió a los pastores en Efeso a permanecer alerta y a proteger a las iglesias bajo su cuidado:

“Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre. Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño. Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos” (Hechos 20:28-30)

Los Pastores Son Confortadores

A las ovejas les falta un instinto de auto-conservación. Son tan humildes y mansas que si usted las maltrata, son fácilmente aplastadas en espíritu y simplemente pueden darse por vencidas y morir. El pastor debe conocer los temperamentos individuales de sus ovejas y debe tener cuidado de no causar un estrés excesivo. Consecuentemente, un pastor fiel ajusta su consejo para adaptarse a la necesidad de la persona que él pastorea. Que “amonestéis a los ociosos, que alentéis a los de poco ánimo, que sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para con todos.” (1 Tesalonicenses 5:14).

El Buen Pastor y Sus Apacentados

Jesús es el ejemplo perfecto de un pastor amoroso. Él representa todo lo que un líder espiritual debería ser. Pedro le llamó el “Pastor principal” (1 Pedro 5:4). Él es nuestro gran Rescatador, nuestro Líder, nuestro Guardián, Protector, y nuestro Confortador.

Los líderes de la iglesia son apacentadores que protegen el redil bajo la vigilancia del Pastor Principal (Hechos 20:28). Hay una responsabilidad de tiempo completo porque atienden a personas que, al igual que ovejas, a menudo son vulnerables, indefensas, sin discernimiento, y propensos a desviarse del camino.

Apacentar al rebaño de Dios es una tarea enorme, pero para los pastores fieles les trae la recompensa enriquecedora de una corona inmarcesible de gloria, la cual será otorgada por el Pastor Principal Mismo en Su aparición (1 Pedro 5:4).

Si su pastor está llevando a cabo fielmente los deberes requeridos en su trabajo, acuérdese de seguir esta admonición de la Escritura:

Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso.. (Hebreos 13:17)

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