martes, abril 28, 2009

¿Puede Usted Perder Su Salvación?

¿Es Tu Salvación Segura?

Por John Macarthur

Tomado de Shepherds´Fellowship Pulpit Magazine
Este post proviene del folleto Is your Salvation Secure?

Este folleto trata con el muy debatido tema entre cristianos hoy: la cuestión respecto a que si es posible que se pierda la salvación. Algunas personas afirman que usted tiene que llegar hasta cierto nivel de santidad para seguir siendo salvo. Si no es así, entonces usted pierde su salvación. Otros creen que la salvación es eternamente segura. Ellos dicen: “una vez salvo, siempre salvo”. Si es posible caer de la gracia de Dios, entonces tenemos que vivir con la inseguridad y la frustración que viene por no saber nunca donde pasaremos la eternidad. ¿Será esto lo que Dios quiere que experimentemos? Este tratado le da la respuesta. En un estudio basado en el capítulo 8 de la epístola a los Romanos.

Seguridad en el Espíritu

Por muchos años la gente ha debatido sobre el tema respecto a que si un cristiano puede perder su salvación. Algunos dentro del cristianismo creen que pueden perder su salvación, otros dicen que no es posible. Esto, quizás mas que alguna otra doctrina, ha sido un tema dividido dentro de la iglesia. Y eso es triste, porque la Biblia es clara acera de esto. Es sorpresivo que muchos cristianos niegan o ignoran la presentación directa de la doctrina de la seguridad en el capítulo 8 de Romanos. Hay otros textos en la Biblia que hablan de la seguridad del creyente pero ninguno como lo señala Romanos 8:28-30. Podemos encontrar en estos textos que cada uno que ha sido redimido por Jesucristo, sin ninguna excepción, será glorificado.

La frase clave en esta trilogía de versículos está al final en el versículo 28: “conforme a su propósito son llamados.” Estamos seguros para siempre porque ese fue el propósito de Dios. El Hijo de Dios y el Espíritu Santo interceden por nosotros para que el plan de Dios pueda suceder. Así que nuestra seguridad esta garantizada no solo por el propósito de Dios, sino también por el trabajo a través de la intercesión de los ministerios del Hijo y del Espíritu.

La frase “conforme a su propósito son llamados” al final de Romanos 8:28 nos ayuda a entender los versículos 29-30, que explican el propósito de Dios: “Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.”

Dios hace que todas las cosas funcionen para el bien del creyente. Esto es “de acuerdo su propósito”. No existe otra manera de explicar por que el hace esto; El simplemente lo quiere hacer. Dios es libre de tomar cualquier decisión que El Quiera. Y El soberanamente escoge que todas las cosas funcionen juntas para el bien y la gloria de aquellos que son redimidos. Nada puede cambiar esto.

Su Salvación Es un Acto Soberano de Dios.

Usted no es cristiano por algo que usted hizo, sino por algo que Dios decidió. En Efesios 1:3 el apóstol Pablo dice: “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo.” ¿Porqué debemos bendecir al Señor? Por que “según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él” (v.4). Dios nos escogió y el nos hará santos. En última instancia, todo pecado será invalidado. Este es otra manera de decir que todas las cosas trabajan conjuntas para nuestro bien.

Pablo continúa en versículo 5 “en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad.” Dios predeterminó hacernos sus hijos. El planeó que nuestra salvación se conduzca a la glorificación. Somos salvos por el Plan de Dios y somos preservados para la futura gloria. Así que nuestra seguridad no depende en nuestra capacidad de mantenernos salvos, sino en la capacidad de Dios de mantener su promesa (Heb. 6:17-18). Puesto que El es absolutamente perfecto y porque las tres personas de la trinidad no pueden violar su palabra, nosotros podemos tener la certeza de nuestra seguridad.

Efesios 1:11 nos dice que en Cristo también: “En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas (Dios) según el designio de su voluntad.” Dios hace funcionar todas las cosas de acuerdo a su voluntad. El planeó redimirnos. Así que, la salvación no esta basada en lo usted decida, sino en lo que Dios ya decidió. Juan 1:12-13 dice: “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.” Es verdad que nosotros tenemos que responder al mensaje del evangelio. Tenemos que recibir a Cristo y creer en El (Hechos 4:12). Sin embargo, somos regenerados por la voluntad de Dios. Nuestra respuesta es secundaria a la decisión de Dios.

Mucho del evangelismo contemporáneo dejan que la gente piense que la salvación sea afirmada en su decisión por Cristo. Realmente, esta basada en la Decisión de Dios por ellos. Esto es el énfasis de la Escritura. ¿Cómo es posible que alguien en el mundo pueda tomar una decisión por Dios? Primera de Corintios 2:14 nos dice que “Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.” En segunda de Corintios 4:4 dice: “en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios.

El hombre esta en ignorancia, en oscuridad y muertos en sus pecados (Efes 2:1) no existe manera que el de la vuelta alrededor en su estado y acepte a Cristo. Dios hace el primer movimiento en línea con su eterno propósito.

La Paradoja De La Salvación

El cristianismo contemporáneo tiene un bajo punto de vista acerca de la salvación. Mucha gente no entiende la seguridad del creyente. Dios, en el pasado eterno, nos escogió para creer en la verdad (2ª Tes 2:13)- ahora tenemos que mostrar una respuesta de nuestra parte. No comprendo como estas dos cosas van juntas. Algunas personas piensan que la gente que va al infierno, van ahí por que Dios no los escogió. Pero la Biblia dice que las personas van al infierno por que ellos han rechazado el evangelio (Juan 3:18). Esto puede no tener sentido para nosotros, pero nos debe importar. ¿Desearía usted que Dios fuera equitativo? ¡Yo no!

La paradoja respecto a la elección de Dios y la respuesta del hombre es la única paradoja de la Escritura. Por ejemplo, ¿Quién escribió la carta a los Romanos? Pablo la hizo, y Dios también. Por el otro lado, cada palabra es pura y proviene de la mente de Dios. También, cada palabra provino del corazón de Pablo y de su vocabulario. ¿Como pudo ser posible que Romanos haya sido escrita por Dios y Pablo? Sabemos esto, pero no podemos explicarlo completamente.

¿Es Jesús Dios un hombre? El fue ambos. Cristo no fue una mezcla de Dios y de hombre. El fue 200 porciento en sí mismo: el fue 100 porciento Dios y 100 porciento hombre. No podemos imaginarnos como.

Y que tal esto: ¿Quién vive su vida cristiana? Pablo dice: “sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre” (1ª Cor. 9:27). El también dice: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí” (Gal 2:20). ¿Cuál es la respuesta correcta? Ambas, usted y Cristo viven su vida.

La mayoría de las doctrinas en la Biblia tienen un aspecto del cual no podemos explicarlas completamente. Cuando tratamos de traer a Dios a nuestro nivel, existe mucho que aun no podemos entender. No podemos simplemente resolver todo en nuestras mentes. Con respecto a porqué van algunas personas al infierno, solamente lo que puedo saber es que esas personas rechazan a Cristo, esas personas son responsables por esto. Pero si una persona viene a Cristo, es porque él fue escogido en El antes de la fundación del mundo. (Efes. 1:4)

El Propósito de la Salvación

Dios quiere hacernos como Cristo

Romanos 8:29 dice que el propósito de la salvación para nosotros es “ser conformados a la imagen de Su Hijo, para que el sea el primogénito entre muchos hermanos.” Tenemos que ser llamados de acuerdo al propósito de Dios (Rom 8:28), y Su propósito es conformarnos a la imagen de Su Hijo. Dios planeó para usted que fuera salvo en la eternidad pasada que seamos como Cristo. Es imposible para una persona ser salva y nunca ser conformado como Cristo al perder su salvación. Dios prometió la glorificación: eso es en Su eterno propósito. El cielo, el perdón de pecados, y los dones de amor, gozo, paz, y sabiduría son la única parte de la realidad de la salvación. La principal razón por la que Dios nos salvó fue conformarnos a la imagen de Su Hijo. Dios es redentor y eternamente santo, Así como Cristo, glorificó a una comunidad de gente. Cuando usted se convierte cristiano, el proceso de ser conformado a la imagen de Cristo ha comenzado. Este proceso debe ser cumplido porque es el propósito santo de Dios.

Romanos 8:24 “Porque en esperanza fuimos salvos.” El versículo 17 dice que si somos hijos de Dios, somos “también herederos, herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.” Somos hechos hijos de Dios para que seamos coherederos. Nuestra herencia es ser como Cristo y recibir todo lo que a El le pertenece. Es antibíblico decir que la gente puede perder su salvación, porque el propósito de Dios en la salvación es conformarnos a la imagen de Cristo. El verbo griego traducido “ser conformados” en el versículo 28 significa “traer a la misma forma con el.”

Filipenses 3:21 dice que seremos transformados así como el cuerpo del Señor “el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya” Nuestros cuerpos glorificados serán como Cristo. Exteriormente, seremos conformados en la resurrección de los cuerpos por nuestro Señor. Sin embargo, no creo que nos veremos igualmente. Cada humano es un ser diferente pero básicamente tenemos el mismo cuerpo. Nuestros cuerpos trabajan de la misma manera, en el mismo ambiente, y en los mimos principios. Además cuando vayamos a la gloria, recibiremos nuestros cuerpos glorificados en la misma manera y en los mismos principios como resucitó el Señor Jesucristo en un cuerpo glorificado.

Dios nos creó para un propósito

Dios nos creo para que fuéramos un grupo de personas los cuales darán la gloria que El se merece. Una rebelión comenzó en el jardín del Edén, con todo Dios precisó redimir a la humanidad. Por su maravillosa y soberana sabiduría, El llamó de regreso a la gente que se rebeló en contra de El a un lugar en donde le dieran la gloria a El. Su meta en la salvación es traer a los creyentes a la gloria y dejar a Cristo como el preeminente en todo, recibiendo alabanza y adoración para siempre.

Ahora, ¿entiende usted por que fue salvado? Fue para mantenerlo fuera del infierno y hacerlo feliz. La razón primordial de Dios es conformarlo a la imagen de Cristo, es así como podremos dar gloria a aquél quien es el más glorioso.

Este Cristo es “el primogénito entre muchos hermanos” es un pensamiento hermoso. Cristo podía no hacernos sus hermanos. El pudo hacernos solo sus sirvientes. El pudo no incluirnos dentro de su familia, pero El lo hizo. Pero Dios quiso que le glorificáramos a El y a Su Hijo, El también desea intimidad con nosotros. El es nos redimió para ser uno en esencia consigo mismo. ¡Somos hermanos de Cristo!

Dios nos dio gozo, paz, y un futuro en el cielo. Todos estos son elementos de Su gracia hacia los pecadores. Pero no es nuestra felicidad o nuestra santidad la que es el ápice del propósito divino: glorificar a Su Hijo. Cristo es el punto central de la historia redentora y no usted. Entonces, Si Dios lo salvó a usted, El lo glorificará para satisfacer su propósito en traerle a la salvación. El plan de Dios no será frustrado. Si no fuera así, el no sería Dios.

Así que, el propósito de la salvación es conformarlo a la imagen de Cristo para poder exaltar por siempre aquel que es mayor que nosotros.

El Progreso De la Salvación

Existen cinco elementos que despliegan el plan de salvación:

Presciencia

Romanos 8:29 comienza, “A los que antes conoció...” Aquí es donde el plan redentor de Dios comienza: con su pre-conocimiento. Algunas personas han sugerido que la presciencia de Dios es la misma cosa que Su previsión. Ellos ven a Dios en el cielo mirando hacia el futuro con binoculares. Si El ve que usted creerá, El lo escoge; si usted no va a creer, El no lo escoge. Es verdad que Dios puede ver todo antes de que suceda en el futuro. El conoce exactamente que harán las personas. Sin embargo, si usted dice que la salvación esta meramente basada en la previsión de Dios en las decisiones del hombre, usted está diciendo que el hombre asegura su propia salvación. Creer solamente que Dios conoce quien y quien no aceptará a Cristo no explica como la salvación comienza con el pre-conocimiento de Dios. El problema principal que tenemos en nuestras mentes finitas es porque Dios permite que las personas se vayan al infierno. Tratamos de responder a esto diciendo que su deseo no es el de enviar a las personas al infierno; El solo conoce que sucederá. Sin embargo, si Dios conoce con certeza que las personas irán al infierno, ¿Por qué se molestó en crearlos?

También, si usted dice que Dios solamente conoce qué sucederá en el futuro, usted esta explicando como los pecadores se salvan así mismos. ¿Como puede una persona que esta muerta en sus pecados, cegada por Satanás, incapaz de comprender las cosas de Dios, y continuamente lleno de maldad y repentinamente ejercitar la fe salvadora? ¡Un cadáver de pronto saldría de un sepulcro y caminaría! Simplemente definiendo el pre-conocimiento de Dios como una previsión del futuro nos mantiene en problemas.

Esta es la definición que podemos dar acerca del pre-conocimiento de Dios: Dios prevé quién va a ser un creyente, y la fe que El prevé es la fe que El mismo crea. Jesús mismo dijo: “Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí... ninguno puede venir a mí si el Padre que me envió no le trajere” (Juan 6:37,44). Juan 1:13 dice que los cristianos: “no son engendrados de voluntad de carne, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón , sino de Dios.” Efesios 2:8-9 dice: “Por gracia somos salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios, no por obras para que nadie se gloríe.” Dios prevé la fe de una persona, pero es una fe que El mismo crea.

Hechos 13:48 ilustra lo que estamos hablando: “Los gentiles, oyendo esto, (la predicación de Pablo y Bernabé) se regocijaban y glorificaban la palabra del Señor, y creyeron todos los que estaban ordenados para vida eterna.” La salvación es ordenada y termina en última instancia en vida y gloria eterna. No hay salvación donde una persona en última instancia nos e conforma ala imagen de Cristo con el propósito de exaltar al único preeminente. La razón por la que los gentiles en Hechos 13 creyeran es que ellos estaban ordenados para eso.

Dios no solo ve lo que sucederá en el futuro, sino que El también lo ordena. La Biblia claramente enseña que Dios soberanamente escoge a las personas. 1ª Pedro 1 comienza con estas palabras: “Pedro, apóstol de Jesucristo, a los expatriados de la dispersión en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia, elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas.” (vv. 1-2). Somos elegidos por la presciencia de Dios. Tendemos a pensar que esa palabra presciencia básicamente significa “previsión” porque no entendemos el significado completo de la palabra. Esto incluye ambas previsión y pre-ordenación.

Predestinación

La palabra griega traducida por “predestinado” en Romanos 8:29-30 (poorizo) significa “designar antes” o “marcar de antemano.” Esta palabra es también usada en Hechos 4:27-28: “Porque verdaderamente se unieron en esta ciudad contra tu santo Hijo Jesús, a quien ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y el pueblo de Israel, para hacer cuanto tu mano y tu consejo habían antes determinado que sucediera.”

Las Palabras griegas para predestinar y presciencia ambas son usadas en referencia a la crucifixión de Cristo (Hechos 4:28; 2:23). Así que si decimos que la presciencia de Dios es solamente previsión del futuro, estamos diciendo que El vio a Jesús en su propia prerrogativa que es lo que iba a hacer y reaccionó a él. Esto es herético. Sin embargo, si entendemos que presciencia y predestinación significan que Dios predeterminó que Cristo muriera para redimir al hombre, entonces podemos lógicamente decir que El predeterminó que nosotros fuéramos redimidos.

Llamados

Romanos 8:30 dice que aquellos a quienes Dios predestinó, “El los llamó.” Esto es cuando el plan eterno de Dios se intercepta con su vida. En el pasado eterno, El predeterminó tener una relación de amor con usted: El predestinó su salvación. El llamado es cuando Dios se interviene en su vida en la tierra, dentro de los límites del tiempo. Presciencia y predestinación hablan acerca de lo que ocurrió en la eternidad pasada.

Romanos 8:28 dice que: “todas las cosas suceden para el bien de los que aman a Dios, para aquellos que son llamados.” El término “llamados” se refiere no a un llamado externo, sino a un llamado interno. Habla cuando Dios da la vuelta al corazón de una persona; una persona no puede volverse a Dios, conocerle, ni entender el evangelio o tener esperanza en sí mismo. Sabemos que esto se refiere al llamado a la salvación por el contexto de Romanos 8:30: “a estos también llamó, y a los que llamó, a estos también justificó.” El llamado aquí es un llamado efectivo. No es una invitación a nadie. Si Dios predeterminó una relación de amor con nosotros y pre-ordenó nuestra salvación en la eternidad pasada, entonces El tiene que completar eso trabajando en nuestras vidas. Como he mencionado anteriormente, usted no es salvo por algo que usted haya hecho sino por causa de que Dios lo ha decidido.

¿Qué ocurre cuando Dios nos llama? El interviene en nosotros y lleva convictos nuestros corazones. El nos aleja del pecado en dirección al Salvador. Segunda de Timoteo 1:9 dice: “quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos.” Usted fue llamado a la salvación para completar un propósito que fue planeado antes de que Dios creara al mundo. Esa es la razón por la que estamos seguros en nuestra salvación. Fuimos salvados para ser como Cristo y ser parte de una humanidad redimida que exalta Su santo nombre. Si ese fue el plan de Dios desde antes de que naciéramos, el lo llevará a acabo. Nadie puede perder su salvación; todas las cosas son continuamente regidas por Dios para trabajar para nuestra gloria final.

Dios viene ante nosotros a través del evangelio. Segunda a los Tesalonicenses 2:13-14 dice: “Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad, a lo cual os llamó mediante nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo.” Dios eligió salvarnos de modo que la Gloria pudiera ser dada a Cristo.

Ahora no piense que porque Dios lo escogió, usted es mejor que cualquier otro. No existe manera de conocer porqué Dios lo escogió a usted o a mí. Una pequeña indirecta del porqué El hizo esto aparece en Efesios 1:6: “para alabanza de la gloria de su gracia.” Cualesquiera que sea la razón que Dios tuvo para escogernos, fue para El, y no para nosotros. Gálatas 1:6 dice que Dios nos llamó “por la gracia de Cristo” Fuimos llamados a la salvación a través del evangelio, por gracia, y a través del Espíritu de Dios.

Justificación

La Palabra “justificado” en Romanos 8:30 significa “ser hecho justo ante Dios.” ¿Como es que esto ocurre? El pecado en su vida debe ser removido. Dios toma su pecado para ponerlo en Cristo (Rom 3:23-25). Cuando toca su corazón y es llamado hacia El, usted es hecho justo con El. Algunas personas se preguntan de cuanto tiempo existe entre el llamado de Dios y nuestra justificación. Yo no sé. Eso es como si preguntásemos cuanto tiempo toma una bala atravesar de lado a lado una hoja de papel. Esta distinción entre el llamado y la justificación es teológica; no es necesario establecer un lapso de tiempo. Usted es llamado para ser justificado. El llamado es cuando Dios hace cambiar su corazón y el resultado es la justificación.

Glorificación

Desde que Dios predeterminó amarle, redimirle lo llamó a apartarse del pecado y hacerlo justo a través de la fe en Cristo, el siguiente paso es la glorificación. Romanos 8:30 dice que aquellos “a quienes el justificó, ellos serán glorificados.”

¿Ha notado que esta declaración es en el tiempo pasado? Su glorificación es segura porque Dios habla de esto en el mismo sentido en el que habló de su salvación. El usó el mismo sentido al hablar de su llamado, justificación y predestinación. En un gran momento en el tiempo eterno, - yo se que esto es un enigma, pero no puedo expresarlo de otra manera -, Dios dijo que todas estas cosas será hechas. En el momento en que El predeterminó amarle, su glorificación se hace tan segura que El puede decirlo como si ya hubiera sucedido.

La Garantía de la Glorificación

Usted fue salvo para gloria y todas las cosas están funcionado hacia ese fin. Este es el propósito de Dios: hacernos a la imagen de Cristo para que usted pueda ser parte de la humanidad redimida en donde Cristo es el preeminente. Usted lo glorificará y lo alabará a El para siempre. Antes de que el mundo empezara, Dios predeterminó proporcionar su amor en usted y ser predestinado para salvación. En el tiempo, El entró en su corazón y lo llamó para apartarlo del pecado. El lo hizo justo para El a través de Jesucristo y lo destinó para ser glorificado. Esta es la seguridad del creyente.

Traducción: Armando Valdez

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