lunes, noviembre 09, 2009

Combatiendo la Teología Carismática – Notas de Estudio

Combatiendo la Teología Carismática

PROPÓSITO: Obtener una perspectiva bíblica sobre este tema

INTRODUCCIÓN

1. Siempre han existido:

  • · Profetas verdaderos o falsos (Deuteronomio 13:1-5; 18:14-22, 1 Juan 4:1-4)
  • · Apóstoles verdaderos y falsos (2 Cor. 12:12)
  • · Creyentes verdaderos y falsos (Mateo 7:13-23)

2. Ni afirmaciones (por ejemplo, Señor, Señor), ni las experiencias (por ejemplo, supuestos mensajes de Dios, milagros o exorcismos) necesariamente validan la verdad (Mateo 7:21-23). Judas Iscariote es el ejemplo clásico. Cf.. “Hijo de perdición” Juan 17:12.

3. La experiencia no es valida en sí misma. Más bien, la palabra absoluta de Dios sirve con autoridad para distinguir entre lo verdadero y lo falso. Toda la experiencia debe someterse a la prueba de autenticidad de las Escrituras. (Véase Richard Mayhue, Cómo interpretar la Biblia por ti mismo, Christian Focus Publications, 1997), 151-161.

4. Los creyentes están continuamente advertidos en el Nuevo Testamento de tener cuidado con los impostores (Hechos 20:29-30, 2 Cor. 11:13-15; Judas 12-13; 2 Juan 7-11). Véase Richard Mayhue, “¿Quien Sorpendió a A Quién? El Espíritu Santo o Jack Deere” The Master's Seminary Journal 5/2 (Fall 1994): 123-140.

PROPOSICIÓN

Hay por lo menos cuatro elementos teológicos en el movimiento neo-pentecostal o carismático-1) revelación continua, (2) el bautismo del Espíritu posterior a la salvación, (3) lenguas, y (4) la sanidad. Sin esas características, los hermanos carismáticos no existen como elemento distinguible de la cristiandad. Creemos que cada una de estas marcas no es bíblica en el sentido de que Dios no está ahora ejerciendo este tipo de ministerios. Los fenómenos experimentados son auto-generados o, en casos raros, falsificados por Satanás.

DISCUSIÓN

1. Revelación continua. Involucra una palabra adicional de Dios más allá de la Biblia. Creemos que la revelación especial de Dios (oral y escrita) cesó cuando el apóstol Juan llegó a su clímax el progreso de la revelación de Dios con el Apocalipsis, por:

a. La Estructura de la Biblia

1. Apocalipsis detalla el curso del plan redentor de Dios de la iglesia (Apoc.1-3) hasta la eternidad futura (Apoc. 21-22). Nada más es necesario.

2. Génesis hasta Apocalipsis cubren la creación hasta la consumación.

b. La naturaleza de la Biblia -un libro (cf. Deut. 31:24-26; Jos. 24:26; 1 Sam. 10:25; Sal. 40:7, Hechos 7:42, Heb. 10: 7).

c. Las declaraciones de Deut. 4:2; 12:32; Prov. 30:5-6; Apocalipsis 22:18-19.

(Para mas studio lea R. Laird Harris, Inspiration and Canonicity of the Bible , Zondervan, 1969; Richard Mayhue, “Alarmed by the Voice of Jack Deere,” The Master's Seminary Journal 8/2 [Fall 1997]: 151-61).

2. El Bautismo del Espíritu consiste en una segunda obra de la gracia (cf. Ef. 4:5, “un bautismo”), que el creyente debe buscar con seriedad para alcanzar un lugar mas alto de espiritualidad. Creemos que cada creyente es bautizado por Cristo con el Espíritu Santo en la salvación, porque:

a. Mat. 3:11, Marcos 1:8, Juan 1:26; Hechos 1:5, 1 Cor. 12:13 Todos hablan de un bautismo mencionado en Ef. 4:5.

b. La Biblia no hace ninguna distinción (como lo hacen los carismáticos) entre (1) el Espíritu bautizando a los creyentes en Cristo en la conversión y después (2) Cristo bautizando a los creyentes en el Espíritu Santo.

c. Los creyentes no son nunca instados en las Epístolas a buscar el llamado “bautismo del Espíritu”.

d. La espiritualidad es (1) siempre marcada por un estilo de vida justo y (2) nunca por una post-experiencia de la conversión, (por ejemplo, 1 Cor. 13:4-7; Gal. 5:22-25; 2 Ped. 1: 5-11; 1 Tim. 3:2-7, Tito 1:5-9).

e. Los creyentes son mencionados como ya teniendo toda bendición espiritual en Cristo (Efesios 1:3). Tenemos “todo lo referente a la vida y a la piedad” en Cristo (2 Ped. 1:3).

(Para una mayor estudio lea Frederick D. Bruner, A Theology of the Holy Spirit, Eerdmans, 1970).

3. Las Lenguas implican una manifestación del bautismo del Espíritu (algunos admiten que esto es opcional, mientras que otros exigen que es indispensable) y/o un lenguaje de oración privada. Creemos que las lenguas generadas por el Espíritu han cesado, ya que:

a. Las lenguas sólo se mencionan brevemente en el Nuevo Testamento (Marcos 16:17, Hechos 2:3-11, 10:46, 19:6, 1 Cor. 12-14).

b. Las lenguas no son normativas en el Nuevo Testamento.

c. Las lenguas nunca son ordenadas a los creyentes en el Nuevo Testamento.

d. Las lenguas no son mencionadas como fruto del Espíritu (Gálatas 5:22-23) o como una marca de espiritualidad (ver 2d).

e. Las lenguas se manifestaron en una lengua extranjera, no en jerigonza ininteligible (Hechos 2:6)

f. Las lenguas, fueron correctamente practicadas para edificar el cuerpo y evangelizar a los perdidos, pero nunca se ejercieron para satisfacer a uno mismo o practicadas como una marca de super-espiritualidad.

g. Las lenguas (desde la era apostólica terminaron) se han practicado históricamente sólo por los paganos y herejes hasta que el movimiento pentecostal comenzó a principios del siglo 20.

h. Las lenguas, tal como se practican hoy en día, casi siempre infringen las prohibiciones establecidas por Pablo en 1 Cor. 12-14. 12-14.

(Para mayor estudio, lea John MacArthur, Charismatic Chaos , Zondervan, 1992).

4. La Sanidad Para todos los creyentes (1) que tienen la fe suficiente, o (2) que van al correcto sanador por fe, o (3) que utilizan el método de sanidad adecuado. Creemos que Dios puede elegir soberanamente a sanar a quienquiera y cuando sea, pero (1) no será un fenómeno frecuente, (2) ni se realiza a través de sanadores humanos porque:

a. El Evangelio son las buenas noticias sobre de nuestro problema del pecado, no de nuestras enfermedades (Ro. 3:23; 6:23).

b. La expiación de Cristo se centra principalmente en nuestros pecados (pecados), no en nuestras enfermedades (Levítico 16:1-34; Isa. 53:5-6, 11-12, 1 Ped. 2:24).

c. Cristo murió por nuestros pecados, no por nuestras enfermedades (1 Cor. 15:3).

d. Cristo fue hecho pecado y no enfermedad (2 Cor. 5:21).

e. Cristo perdonó nuestros pecados, no nuestras enfermedades (1 Juan 2:12).

f. Cristo se entregó por nuestros pecados y no por nuestra enfermedad (Gálatas 1:4).

g. Nuestros cuerpos son corruptibles y, por tanto sujetos a la enfermedad (1 Cor. 15:42-44).

h. Todos moriremos físicamente (Hebreos 9:27).

i.  La “promesa de sanidad” del NT se refiere a la salvación, no a la sanidad física (1 Ped. 2:24).

(Para mas estudio lea Richard Mayhue, The Healing Promise, Christian Focus Publications, 1997).

CONCLUSIÓN

Hay muchos cristianos sinceros que participan en la experiencia carismática. Sin embargo, ni la sinceridad ni la experiencia solas demuestran sus afirmaciones de (1) la revelación continua, (2) el bautismo del Espíritu posterior a la salvación, (3) las lenguas, y (4) la sanidad son verdaderas experiencias dadas por Dios. Creemos, por las razones expuestas (además de muchas más incluidas en las lecturas sugeridas), que la Biblia juzga estas experiencias carismáticas como teniendo su origen en una persona distinta al Dios Trino. Por lo tanto, no hay que buscarlas, y si se practican actualmente, deben dejarse de realizar.

Richard Mayhue, Th.D.
The Master's Seminary
Marzo 2003

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