El Individualismo Radical: ¿Un Buen Rasgo Para Pastores Jóvenes?

El Individualismo Radical: ¿Un Buen Rasgo Para Pastores Jóvenes?
Viernes, 21 de enero 2011

Nota del Editor: En caso de que no lo haya escuchado, ha habido un poco de ruido en relación con un comentario de John MacArthur hecho sobre un libro escrito por Darrin Patrick el domingo por la noche la última entrevista, “Teología y Ministerio: Una entrevista con John MacArthur” . Esto es lo que John tenía que decir al respecto.

El domingo, 16 de enero fui entrevistado en Grace Community Church. Durante el transcurso de la noche, parafrasee un punto que Darrin Patrick hace en su libro Plantador de Iglesias: El Hombre, El Mensaje, La Misión (página 37) Aquí está esa sección del libro:

“Uno de los errores comunes de los hombres jóvenes que se entregan al ministerio es simplemente adoptar el modelo de una iglesia que han experimentado o idolatrado. Un error similar es aceptar ciegamente la filosofía de ministerio y práctica de un héroe ministerio. El hombre que está experimentando confirmación en su cabeza es reflexivo sobre su propia filosofía de ministerio, su estilo propio ministerio, sus creencias teológicas propias, sus propios talentos únicos, habilidades y deseos. En resumen, es único a la forma en que quiere hacer el ministerio.”

Tenga en cuenta que el mismo Darrin Patrick resume y reitera el punto que está haciendo, y se trata de “singularidad” en “la forma en que quiere hacer el ministerio.” Él parece sugerir que todo lo relacionado con un ministerio de (Patrick incluye expresamente “sus creencias teológicas propias”) tiene que ser con estilo propio e individualista.

De hecho, el libro trata de la plantación de iglesias como un negocio empresarial, con casi ninguna palabra de advertencia contra de los muchos peligros de llevar la mentalidad de un empresario en el ministerio. La Escritura, por el contrario, siempre usa el lenguaje pastoral en lugar de términos tomados de las empresas financieras. Los líderes de la Iglesia han de ser pastores, no magnates. Nuestro pueblo es un rebaño, no consumidores.

En la superficie, puede sonar noble para sostener a una teología única que se ha forjado de manera independiente, pero este tipo de pensamiento (muy común entre los jóvenes reformistas-agitados de hoy) es peligroso para la salud de la iglesia. Permítame declarar públicamente que si esto no es lo que Darrin Patrick intenta comunicar, sin duda aceptaría en amor cualquier aclaración.

Mientras tanto, quiero aclarar mi comentario: yo no estaba cuestionando la ortodoxia personal de Darrin - su teología está clara en el libro. La cuestión es más bien el peligro de desarrollar una teología y una única filosofía radicalmente individualista de liderazgo de la iglesia. Cuando las "propia creencias teológicas" son de estilo propio y único, esas creencias deben ser cuestionadas. La protección de la solidez de nuestras convicciones teológicas es un compromiso que todos debemos hacer. Cada vez es más claro que la vanguardia del cristianismo evangélico está intentando promover activamente el cambio en todos los niveles dentro de la iglesia, y los hombres jóvenes en particular, no deben ser alentados a pensar que el individualismo radical es un modo de pensar positivo para los líderes de la iglesia y el estilo de ministerio.

La buena eclesiología demanda que exista un conocimiento de, una apreciación de, y una conexión deliberada con el flujo de la historia redentora. La declaración de Patricck, me parece, está bastante fuera de armonía con la exhortación de Pablo a Timoteo: "Lo que has oído de mí en presencia de muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros" (2 Timoteo 2: 2). El objetivo sin duda no debe ser el alentar a los pastores jóvenes a una desconfianza o a remodelar lo que han aprendido de hombres fieles.

No conozco a Darrin, y yo no lo estoy atacando o impugnando su declaración de fe, estoy advirtiendo que esta defensa de la "singularidad de la forma [que quieren los pastores jóvenes] para hacer el ministerio" es una tendencia peligrosa, y una que es sana.

Para el Maestro,

John MacArthur

Tomado de aquí