lunes, julio 18, 2011

Juzgando a los Jueces

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por Josh Thiessen

Mientras estoy a punto de terminar la enseñanza de una clase sobre el libro de Jueces, parece un buen momento para mirar en el espejo retrovisor y evaluar lo que he aprendido. Ha sido un estudio fascinante y bueno para mi alma. Así que aquí están cinco lecciones que he aprendido que, espero, que le alienten:

 

1) Los Antecedentes y el Contexto dan una Imagen más Clara.

El libro de Jueces es un libro violento y terrenal que no suele ser predicado. Parece que muchos en la iglesia evitan el libro debido a la vergüenza y a las preguntas que surgen de la enseñanza, pero la respuesta a muchas preguntas incluyendo la naturaleza violenta del libro provienen de la comprensión del contexto y los antecedentes.

Para entender el libro de Jueces, usted debe entender el Pacto Abramico y el Pacto Mosaico. En primer lugar, no se retuerza cuando Israel se usa como un instrumento de justicia o cuando Dios usa a otros países para disciplinar a Israel. Dios promete que los descendientes de Abraham regresarán en la cuarta generación cuando la iniquidad de los amorreos sea completa (Gen 15:16). Han de ser instrumento de Dios de justicia. Las guerras que pelearon sirvieron de justicia divina.

En segundo lugar, Israel hizo un pacto con Dios en el monte Sinaí para obedecer todos sus estatutos y mandamientos. Ellos entendieron que las consecuencias de la desobediencia eran maldiciones de Dios (Deut. 28; Lev 26). Por eso, cuando Dios les disciplina, esto no debería ser una sorpresa.

2) El pecado es irracional.

Forrest Gump tenía razón, “Estúpido es el que estupideces hace.” En otras palabras, sus acciones gritan más fuerte que su coeficiente intelectual. Israel en el Antiguo Testamento es un ejemplo perfecto de esto. Yo no podía dejar de golpearme la cabeza contra la mesa semana tras semana. Yo no tenía el síndrome de “otra vez”.

Capítulo tras capítulo, Israel siguió en rebelión. Incluso después de que Dios les había liberado, el juez muere y vuelven a servir a los baales. ¿Pero por qué? Es porque el pecado hace que la gente sea irracional. Cuando Dios promete bendiciones por la obediencia, lo racional que se ha de hacer es obedecer.

Sin embargo, nosotros como Israel, nos hacemos irracionales y optamos por servir a los deseos de nuestra carne por encima de Dios quien nos creó. Si no me cree, estudie Jueces 17-18. Es una historia loca que ilustra lo increíblemente irracional que Israel se había convertido. ¿Una madre israelita hace ídolos como una forma de bendecir a Dios?? O su hijo quien recogió ídolos como si recogiera tarjetas de béisbol, que recibe a un levita para supervisarlo, y luego proclama: “Ahora sé que Jehová me prosperará, porque tengo un levita por sacerdote.” (17:13). Esto es pura locura. Es irracional.

3) El pecado es más de una espiral descendente que un ciclo.

Mi padre jugó al fútbol en la Universidad de Nebraska, y recuerdo que él citaba a Tom Osborne para decirme como un niño. Una de las frases que más escuché fue: “Si no vas hacia adelante, ve hacia atrás.” Usted es siempre mejor o peor. No hay terreno neutral. Sin duda, esto se aplica al mundo del deporte, pero es la verdad de nuestra vida espiritual. O conformamos nuestra vida a Cristo cada vez más o estamos cultivando pecado en nuestros corazones.

El pecado hace mucho más que se repetirse. Se pone peor. Es un cáncer que crece. A lo largo del libro de Jueces, me sorprendió que incluso los propios jueces van de mal en peor. En el momento en que llegue a Sansón, parece que todo el honor ha desaparecido e incluso los jueces de Israel se limitan a lo que es correcto ante sus propios ojos. Y cuando en el capítulo 11, Jefté responde como un pagano con la promesa de ofrecer un sacrificio humano, me encontré sorprendido. ¿Un juez de Israel actuando como un cananeo? figúrese. El pecado siempre pone peor. Así que siga el consejo de John Owen, “manténgase matando el pecado o este le matará a usted.”

4) Dios es increíblemente compasivo en el Antiguo Testamento.

Nunca deje que nadie le diga que el Dios del Antiguo Testamento es uno de ira y el Dios del Nuevo Testamento es todo amor. Eso es pura tontería. Israel está en una clara violación de su pacto, sin embargo, Dios sigue suscitando libertadores y proporciona períodos de paz. ¿Por qué no simplemente acabar con ellos? Es porque nuestro Dios es compasivo. Me encanta que después que Dios ha dicho que ya no va a escuchar más sus clamores (10:14) eso sólo dos versos más adelante dice que El perdió la paciencia en la aflicción de Israel. Nuestro Dios es compasivo.

5) Israel necesita a Jesús.

Tal vez la razón por la que el libro de Jueces es tan difícil de tragar, a veces se debe a que es un libro incompleto. Después de cada juez usted se pregunta si Israel va a arrepentirse, para bien o si el juez va a ser un juez justo. Sin embargo, cada juez decepciona. Como Gedeón, que siempre parece ser un ciertao efod mintiendo que los atrapa. Pero, de nuevo, este es también el propósito del libro. Te hace disfrutar de un juez superior.

Israel necesitaba a alguien más inteligente que Ehud, un líder mejor que Gedeon, un juez más sabio que Jefté, un guerrero más fuerte que Sansón y alguien que no iba a morir. Al estudiar Jueces usted se encuentra aún más sorprendido con Cristo después de ver las manchas, las imperfecciones de los “libertadores” de Israel. La mejor razón para estudiar o enseñar Jueces es que usted va a ver a Jesús completamente opuesto, y que le motivará para que lo adore.

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