La Gestión del Tiempo a la Luz de la Eternidad
por Josh Thiessen
Hace un mes, Jesse publicó un par de párrafos que cambió su vida, y eso me hizo pensar en algunos de los párrafos más impactantes que he escuchado o leído. Oí a uno de los párrafos de Jonathan Edwards mientras escuchaba el sermón de Steve Lawson, titulado " El Uso De Su Tiempo "de la Conferencia Resolved.
Más tarde, leí el sermón entero de Jonathan Edwards llamado Lo más valioso del tiempo y la importancia de redimirlo . Pero había un párrafo en particular que realmente cambió mi vida. Que aún resuena en mi oído y susurra casi encima de mi hombro mientras me siento en mi escritorio todas las mañanas. Mientras que aboga por la preciosidad de tiempo, Edwards le da a este como su segundo argumento:
En segundo lugar, el tiempo es muy corto, el cual es otra cosa que lo hace muy valioso. La escasez de cualquier bien ocasiona a los hombres establecer un valor superior a él, especialmente si es necesario y que no pueden prescindir de él. Así, cuando Samaria fue sitiada por los sirios, y las provisiones eran sumamente escasas, “la cabeza de un asno se vendía por ochenta siclos de plata, y la cuarta parte de un cab de estiércol de paloma por cinco siclos de plata.” 2 Reyes. 6:25 . —Así que el tiempo es más que apreciado por los hombres, porque toda una eternidad depende de ello, y sin embargo no tenemos más que un poco de tiempo. “la cabeza de un asno se vendía por ochenta siclos de plata, y la cuarta parte de un cab de estiércol de paloma por cinco siclos de plata.” Job 16:22 . “Mis días son más ligeros que un corredor; huyen, no ven el bien. Se deslizan como barcos de juncos, como águila que se arroja sobre su presa.” Job 9:25 , 26 . “¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece.” Stgo. 4:14. No es más que un momento para la eternidad. El tiempo es tan corto, y el trabajo que tenemos que hacer en ello es tan grande, que no tenemos nada de que nos sobre. El trabajo que tenemos que hacer para prepararnos para la eternidad, se debe hacer en el tiempo, o nunca se podrá hacer, y resulta ser una obra de gran dificultad y trabajo, y por lo tanto, aquello que es para el tiempo es lo más necesario.
Recuerdo escuchar este sermón mientras yo estaba corriendo alrededor de un lago. Tenía 19 años y estas palabras cambiaron para siempre cómo manejar mi tiempo. El entendimiento de que el tiempo es el período en el que yo solo puedo hacer lo que es necesario para ser hecho por la eternidad era una realidad sorprendente y estimulante.
Este párrafo todavía me ayuda a tener una perspectiva eterna en cada hora de cada día y me recuerda que Dios me ha dado tanto tiempo sólo para el ministerio y luego se va para siempre.
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