martes, julio 22, 2014

Todo lo Puedo

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Por Nathan Busenitz

En el post de hoy, me gustaría considerar brevemente uno de los versículos más conocidos y, a menudo citados en el Nuevo Testamento. De hecho, es uno de los versículos más populares de la cultura evangélica de América hoy en día.

Ha sido impresa en los carteles y arte de la pared de inspiración. Una búsqueda rápida en Internet revela que se pueden comprar llaveros, anillos, botones, camisetas, pegatinas, postales, pulseras, bolsos, y otras baratijas cristianizadas con las palabras de este versículo estampadas, bordadas o en relieve sobre ellos. Este versículo incluso ganó una cierta notoriedad entre los aficionados al fútbol de la universidad hace un par de años, cuando un mariscal de campo de campeonato lucía el versículo en las tiras de reducción de brillo que llevaba bajo sus ojos.

Pero la ironía es que, mediante la adopción de este verso fuera de contexto, muchas personas lo han torcido –haciéndolo decir lo contrario de lo que realmente significa. Ellos la han convertido en un lema de obtener poder personal –una declaración de auto-realización, ambición y logro. Para muchos, este versículo se ha trivializado en una especie de lema para motivar a la prosperidad material, la promoción profesional, o el éxito deportivo.

Pero en realidad no es nada de eso.

A estas alturas, usted puede haber adivinado que el versículo que estoy describiendo es Filipenses 4:13. Allí, el apóstol Pablo escribe: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.”

Ahora bien, si leemos Filipenses 4:13 en forma aislada, al margen de su contexto, es posible ver por qué muchos lo toman como una declaración de la autonomía personal.

Fuera de contexto, “todo” parece que podría referirse a lo que alguien podría querer llevar a cabo –desde ganar un partido de fútbol hasta la pérdida de peso, conseguir un nuevo trabajo, y hasta la obtención de la riqueza material. Fuera de contexto, a menudo se trata como un impulso espiritual de confianza en sí mismo que se puede aplicar a cualquier ambición o aspiración en la vida.

Pero en el contexto este versículo tiene un significado definido y muy específico –que la mayoría de los estadounidenses no quieren oír hablar, pero que es muy importante para nosotros recordar como creyentes.

Fuera de contexto, Filipenses 4:13 se utiliza como una promesa de cheque en blanco para todo lo que se desea. Pero en contexto, es un versículo es acerca del contentamiento. No se trata de que sus sueños se hagan realidad o sus metas se cumplan. Más bien se trata de ser alegre, satisfecho, y firme, incluso cuando la vida es dura y sus circunstancias parecen imposibles.

Usted ve, este versículo no se trata de ganar el partido de fútbol; se trata de la forma de responder cuando se pierde el partido de fútbol, ​​o se lesiona durante la temporada, o deja de hacer equipo en conjunto. No se trata de conseguir ese nuevo puesto de trabajo, la casa nueva, o aquel traje nuevo; se trata de encontrar su satisfacción en el trabajo que ha hecho, en la casa que ya posee, y en el vestuario de la familia que ya que cuelga en su armario.

Esto no es un verso acerca de ser capacitado para cambiar sus circunstancias; más bien, es un versículo acerca de confiar en el poder de Dios con el fin de estar contento en medio de circunstancias que no puede cambiar.

Consideremos, por un momento, el contexto de Filipenses 4:13. Escribiendo a los creyentes de Filipos, Pablo dice:

(10) Me alegré grandemente en el Señor de que ya al fin habéis reavivado vuestro cuidado para conmigo; en verdad, antes os preocupabais, pero os faltaba la oportunidad.
(11) No que hable porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme cualquiera que sea mi situación. (12) Sé vivir en pobreza, y sé vivir en prosperidad; en todo y por todo he aprendido el secreto tanto de estar saciado como de tener hambre, de tener abundancia como de sufrir necesidad. (13) Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

Se puede ver allí, que cuando el apóstol dice: Puedo todo lo puedo a través de Cristo que me fortalece, está hablando del contentamiento. En cualquier circunstancia, había aprendido a contentarse, al depender de Cristo, que le dio la fuerza para perseverar en cualquier situación.

Y esa es una perspectiva que estamos llamados a imitar. De hecho, si nos fijamos en el versículo 9, justo antes de los versículos citados anteriormente, Pablo dice:

(9) Lo que también habéis aprendido y recibido y oído y visto en mí, esto practicad, y el Dios de paz estará con vosotros.

Él le dice a sus lectores que sigan su ejemplo, y luego inmediatamente se habla de la alegría. Es evidente que la actitud que Pablo poseía es la que nos debe caracterizar también.

6 comentarios:

Antonio Cremades dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Antonio Cremades dijo...

Estoy muy de acuerdo con la aclaración, aunque a mi entender se queda corta la contextualización, y en la misma medida que el autor propone, la correcta interpretación y aplicación del mensaje.

Un estudio del contexto mas profundo nos llevaría a entender que la "epístola del gozo" estaba dirigida a la primera congregación levantada a través de Saulo, en el transcurso de su primer viaje misionero, donde fue a parar a lo mas profundo de la carcel y de la cual fue libertado gracias a su obediencia; al no aprovechar las circunstancias para huir, sino permanecer en obediencia, el carcelero y su familia y otros muchos se agregaron a los salvos.

Este es el contexto mas ámplio, y antes del mas inmediato, al cual se limita el artículo, hay otro contexto en la epístola que le da la dimensión necesaria al hecho de someterse a la voluntad divina.
Podemos ver en el cap.2

12 Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación, con temor y temblor,
5 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús;
6 el cual, siendo en forma de Dios, no tuvo por usurpación el ser igual a Dios;
7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;
8 y hallado en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.

La clave está en la obediencia. Por la desobediencia caímos, mediante la obediencia del Mesías fuimos rescatados, y por la obediencia mostramos amarle y seguirle.
Obeciencia...¿a que?

A la voluntad del Padre, claro. Pero, ¿como nos es entregada?, ¿que único medio tenemos para conocerla?
La Palabra, el conjunto de sus mandamientos, leyes, consejos, instrucciones, decretos...etc.

Precisamente una de las pocas cosas que generalmente se excluyen al malinterpretado poder que recibimos en el Mesías es cumplir la Ley. Se dice que nadie puede cumplir toda la Ley, y es verdad. Pero esto se convierte en una excusa para cumplirla al antojo, o no cumplir nada de ella. Yahshua si pudo y nos ordenó que si le amamos guardemos sus mandamientos.

Y es esto, la obediencia, lo que nos va a traer el contentamiento, junto con el aborrecimiento, la persecución y el padecimiento, como expresa Saulo al principio de esta carta.

"Porque a vosotros es concedido por el Mesías, no sólo que creáis (para obedecerle, la fe sin obras es muerta) en Él, sino también que padezcáis por Él." Fil.1:29

Norberto Mato dijo...

Antonio.
Pablo comenzó la iglesia de Filipos en el segundo viaje misionero (no en el primero) y por lo tanto no fué la primera iglesia que fundó.
Pero más allá de esto, Pablo nunca llama a los cristianos a obedecer la Ley, entendiendo como tal los preceptos del pacto mosaico. De hecho, en Ro. 3.21 el apóstol dice que " aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas", y que esta justicia es por la fe.
Mezclar los pactos, el mosaico (la ley) y el de gracia (el nuevo pacto en Cristo), no es correcto. Veo que utilizas terminología hebrea (o pseudo hebrea), te invito a realizar un estudio detenido de la carta a los Hebreos, que arroja mucha luz sobre los dos pactos, y cómo el nuevo reemplazó al antiguo, y es denominado mejor y bajo mejores promesas.
Espero no haberte molestado con esta acotación (no escribo esto para contender), es que me preocupa la deriva hacia la ley dejando de lado el nuevo pacto. Una advertencia clara contra ese error se puese encontrar en la carta de Pablo a los gálatas, que fue escrita justamente a una iglesia que se dejó arrastrar por los judaizantes.

Antonio Cremades dijo...

Estoy muy de acuerdo con la aclaración, aunque a mi entender se queda corta la contextualización, y en la misma medida que el autor propone, la correcta interpretación y aplicación del mensaje.

Un estudio del contexto mas profundo nos llevaría a entender que la "epístola del gozo" estaba dirigida a la primera congregación levantada a través de Saulo, en el transcurso de su primer viaje misionero, donde fue a parar a lo mas profundo de la carcel y de la cual fue libertado gracias a su obediencia; al no aprovechar las circunstancias para huir, sino permanecer en obediencia, el carcelero y su familia y otros muchos se agregaron a los salvos.

Este es el contexto mas ámplio, y antes del mas inmediato, al cual se limita el artículo, hay otro contexto en la epístola que le da la dimensión necesaria al hecho de someterse a la voluntad divina.
Podemos ver en el cap.2

12 Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación, con temor y temblor,
5 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús;
6 el cual, siendo en forma de Dios, no tuvo por usurpación el ser igual a Dios;
7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;
8 y hallado en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.

La clave está en la obediencia. Por la desobediencia caímos, mediante la obediencia del Mesías fuimos rescatados, y por la obediencia mostramos amarle y seguirle.
Obeciencia...¿a que?

A la voluntad del Padre, claro. Pero, ¿como nos es entregada?, ¿que único medio tenemos para conocerla?
La Palabra, el conjunto de sus mandamientos, leyes, consejos, instrucciones, decretos...etc.

Precisamente una de las pocas cosas que generalmente se excluyen al malinterpretado poder que recibimos en el Mesías es cumplir la Ley. Se dice que nadie puede cumplir toda la Ley, y es verdad. Pero esto se convierte en una excusa para cumplirla al antojo, o no cumplir nada de ella. Yahshua si pudo y nos ordenó que si le amamos guardemos sus mandamientos.

Y es esto, la obediencia, lo que nos va a traer el contentamiento, junto con el aborrecimiento, la persecución y el padecimiento, como expresa Saulo al principio de esta carta.

"Porque a vosotros es concedido por el Mesías, no sólo que creáis (para obedecerle, la fe sin obras es muerta) en Él, sino también que padezcáis por Él." Fil.1:29

Antonio Cremades dijo...

Yo agradezco sinceramente la corrección; en el denominado 2°viaje misionero; tampoco fue la primera congregación que levantó, pero es la primera que se describe con detalle de los miembros (Lidia y su familia, el carcelero y su familia...), un error "imperdonable" cuando uno argumenta profundidad en la contextualización. Gracias Norberto.

Yo tampoco pretendo contender, si exponer una perspectiva bíblica que puede ser debatida desde la libertad que tenemos en el Mesías.
Puede que use "terminología hebrea o pseudo-hebrea"(lo de "pseudo"lo admito dada la enorme diferencia del lenguaje, no en sentido de falsear); lo hago intencionadamente por un sentido de rigor histórico y justicia hacía las personas que hay detrás de los personajes, tenían una identidad social, cultural y étnica de la cual se les desprovee.
El contraste a la usual terminología greco-latina no debería provocar asombro.
Quién murío en el madero por mi tenía un nombre (Yahshua es el mas correcto que conozco), ¿por que he de llamarle en una versión que le resta de su personalidad humana y obvia el importante entramado de la nación a la que vino como Mesías?
Su obra y su mensaje es universal, pero en un orden, en una frecuencia, con unas referencias como pueblo.
Los suyos lo rechazaron en gran parte, pero no podemos olvidar que los "apóstoles", los discípulos y las primeras multitudes que se convirtieron en "pentecostés",eran en su inmensa mayoría hebreos.
"No he venido sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel..."

Antonio Cremades dijo...

En relación a lo que dice sobre Rom.3:21, considere si no parece erroneo pensar que Saulo está diciendo "aparte" ( Strong G5565 χωρίς) en sentido de "separado de", ¿por que si no iba a argumentar que la justicia del Eterno tiene su fundamento y testimonio en la Ley y los Profetas? Claramente lo que está es sumando, no dividiendo, ni restando, porque el fundamento de la Ley es la Gracia.
Por lo tanto, no hay deriva hacia la Ley en esta perspectiva; la deriva hacia la ley es el legalismo, que nace del corazón humano.

La Ley de Yah es buena, santa, perfecta. (Sal.19:7; Rom 7:12)
Somos salvos por la fe?
Para buenas obras, las que nos indica la Ley.
La idea de que "El justo (quién hace las buenas obras de la Ley) vivirá por su fe" (confianza que mueve a obedecer), no surge en el NT, ni con Saulo, sino con Habacuc 2:4, la Ley y los Profetas.

La idea de un pacto reemplazando a otro no es del Eterno.

Lv 26:9 "Porque yo me volveré a vosotros, y os haré crecer, y os multiplicaré, y afirmaré mi pacto con vosotros."
Jueces 2:1 "No invalidaré jamás mi pacto con vosotros."
Luc.1:72 "Para hacer misericordia con nuestros padres, y acordarse de su santo pacto."

Las menciones a un "nuevo pacto" en el llamado NT, son referencias a anuncios proféticos del mismo, en los cuales el uso de "nuevo" no alude a descartar lo anterior, sino a renovar, a refrescar, a clarificar, a mejorar...como es el caso por ejemplo en Jer.31:31; esta amplitúd de la idea se pierde en el griego, pero es patente en las palabras de Saulo cuando dice en Rom.3:31

"¿Luego por la fe invalidamos la ley? En ninguna manera, sino que confirmamos la ley.

Confio y espero que en su celo por la Palabra, reciba bién estos comentarios que buscan solo edificar en la verdad de Su Palabra.