viernes, noviembre 13, 2015

Los Fundamentalistas Antiguos

ESJ-015

Los Fundamentalistas Antiguos

Salmo 19: 7; Gálatas 1: 8-9; 2 Timoteo 3: 15-17

Por Cameron Buettel

Después de la Edad Media, los primeros reformadores tomaron el manto de la lucha por los fundamentos cristianos. Las cinco solas de la Reforma representaron las doctrinas fundamentales que ellos veían como no negociable.s Sola gratia declara que la salvación es por la gracia de Dios en desafío a la creencia católica de gracia más obras. Sola fide y sola Christus afirman que la salvación es apropiada mediante la fe en Cristo solamente y sin las obras humanas (rechazando a María como corredentora). Soli Deo Gloria nos recuerda que todo lo que hacemos debe ser hecho para la gloria de Dios. Esos cuatro solas rugen con exclusividad y son los pilares que sostienen la estructura de la sana doctrina. Pero la quinta sola es la base de todos ellas.

Sola Scriptura afirma que la Escritura es la fuente autorizada exclusiva de verdad. Fue el principal grito de guerra de los reformadores contra la autoridad presuntuosa y artificial de la Iglesia Católica Romana. La Escritura es la única revelación de Dios al hombre. No comparte su autoridad con la iglesia, ni está sujeta a la autoridad de la iglesia.

La Palabra de Dios es la revelación infalible de toda la verdad cristiana fundamental. Pero, ¿Identifica la Biblia misma qué doctrinas son fundamentales? En su libro Reckless Faith, John MacArthur contesta con un sí enfático: "Las palabras más fuertes de condenación en todo el Nuevo Testamento se dirigen a los falsos maestros que corrompen el Evangelio." [1] John MacArthur, Reckless Faith (Wheaton: Crossway, 1994 ) 108. Pablo pronunció la condenación a todo aquel que reescriba el mensaje de salvación por gracia mediante la fe en Jesucristo:

Pero si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciara otro evangelio contrario al[a] que os hemos anunciado, sea anatema. Como hemos dicho antes, también repito ahora: Si alguno os anuncia un evangelio contrario al que recibisteis, sea anatema. (Gálatas 1:8-9).

De acuerdo con John MacArthur, la implicación de la condenación de Pablo es clara: “Por lo tanto el mismo mensaje del evangelio debe ser reconocido como un punto principal de doctrina fundamental” [2] Reckless Faith, 108. Eso, a su vez, nos ayuda a entender una característica clave de todas las doctrinas fundamentales. Como John explica:

Si una doctrina es verdaderamente fundamental, debe tener su origen en las Escrituras, no en la tradición, en los decretos papales, o alguna otra fuente de autoridad. Pablo recordó a Timoteo que las Escrituras "te pueden hacer sabio para la salvación" (2 Timoteo 3:15, RV). En otras palabras, si una doctrina es esencial para la salvación, podemos aprenderla de la Biblia. La Palabra de Dios escrita, por tanto, debe contener toda la doctrina que es verdaderamente fundamental. Es capaz de hacernos "perfecto, enteramente preparado para toda buena obra" (2 Timoteo 3:17). Si hubiera doctrinas necesarias no reveladas en las Escrituras, esas promesas sonarían vacías.

El salmista escribió: "La ley del Señor es perfecta, que convierte el alma" (Salmo 19: 7). Eso significa que la Escritura es suficiente. Sin las verdades reveladas a nosotros en las Escrituras, no existe una verdad espiritual esencial, ninguna doctrina fundamental y nada esencial para la restauración del alma. No necesitamos mirar más allá de la Palabra escrita de Dios por alguna doctrina esencial. No hay nada necesario más allá lo que se registra en la Palabra de Dios. [3] Reckless Faith , 109.

Eso encapsula la sola Scriptura. Cualquier doctrina que es la antítesis o complementaria a la Escritura viola la exclusividad de la Palabra de Dios. Y ese es el ámbito en el que la Iglesia Católica Romana ha funcionado durante siglos:

La Iglesia Católica Romana. . . . . comúnmente amenaza con condenación eterna para todo aquel que cuestiona los decretos del Papa o el dogma de Concilios de la Iglesia. Por ejemplo, Canon 1 de la séptima sesión del Concilio de Trento pronuncia un anatema sobre cualquiera que diga que hay más o menos de los siete sacramentos establecidos por el Concilio. Esto significa que si algún católico cuestiona los sacramentos de la Confirmación, Penitencia, o la Extremaunción –no mencionados en alguna parte de la Escritura – esa persona está sujeta a la excomunión y a los ojos de la Iglesia es digno de condenación eterna. Los Cánones y decretos del Concilio de Trento están salpicados con anatemas similares –en efecto creando doctrinas fundamentales de todos los dictámenes del Concilio. En palabras de Francisco Turretin, ellos "son suficientemente imprudente a menudo para declarar como fundamental su propio heno y hojarasca y todo lo que la iglesia romana enseña."

Pero de acuerdo a la Biblia misma, ninguna supuesta autoridad espiritual fuera “de los escritos sagrados” de la Escritura nos pueden dar la sabiduría que lleva a la salvación. Ningún decreto papal, ninguna tradición oral, ninguna profecía de los últimos días puede contener verdad aparte de la Escritura que sea realmente fundamental. [4] Reckless Faith , 109–110 [4]

En un mundo lleno de opiniones y reivindicaciones de la verdad subjetiva, la Biblia declara objetivamente la verdad de Dios.¿Por qué construir nuestras vidas en religiones falsas cuando Dios ha proporcionado una base de doctrina fundamental? Sola Scriptura establece la fuente de toda verdad cristiana fundamental.

Ahora que conocemos la fuente exclusiva de verdad, se plantea una pregunta fundamental: ¿Es la extracción de la verdad bíblica fundamental del dominio exclusivo de los estudiosos de la Biblia? ¿O Dios hablado con suficiente claridad para el laico también? Ese es el tema que vamos a abordar la próxima vez.


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